jueves, 2 de junio de 2011

¡Seleccionado!: dudas y más dudas


Durante el mes y poco que tuve de “reflexión” entre que hice la solicitud y salieron las listas de seleccionados, de mi cabeza emergieron decenas de dudas: ¿Qué le parecería a mi novia Cris si al final me daban la plaza? ¿Realmente tenía las narices, por hablar fino, para marcharme más de medio año a China, con una tradición, cultura e idioma tan distinto al nuestro? ¿Y mis padres? (que por cierto seguían sin tomarme demasiado en serio y luego se llevarían una sorpresa) y como estas otras tantas más.

Me dije a mi mismo que no tenía sentido alguno cuestionarse todo aquello sin siquiera saber si me darían una plaza, pero fantasear no está de más, y siendo sincero, no me daba muchas posibilidades a mi mismo de poder obtener la codiciada plaza.

Día 6 de Diciembre. Salgo de clase de Derecho Internacional Público dispuesto a ir a casa a comer, pero una vocecita dentro de mí me dice que mire la web de la Universidad, no fuera a ser que por casualidad hubiera salido la resolución con los seleccionados. Y efectivamente, una nuevo ítem aparecía entre toda la información del Programa Propi UAB:Llista de seleccionats enunciaba. Lo abrí temeroso de que junto a mi nombre no saliera la palabrita "SELECCIONADO", abrí el documento de Excel y busqué mi DNI…
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           ¡Vamos! – grité en medio de la biblioteca.

La gente que estaba estudiando me miró con una cara mezcla de asombro y odio, pero a mi me daba igual porqué ¡me habían seleccionado para ir a China! ¡A mí! No me lo podía creer. Llamé corriendo a mi madre, y ella si que se quedó estupefacta porqué en ese momento vio que se concretaba aquello de lo que se había estado riendo el mes último: su hijo mayor tenía altas posibilidades de acabar viviendo en China.

 Imagen de mi asignación de plaza de la Shanghai Int. Studies.Uni.

Ahora ya si, sin más reparos podía dedicarme a atender a todas y cada una de las dudas que habían aparecido en mi cabeza días antes.
 
Llamé a Cris, mi novia, para darle la noticia, y su reacción fue una mezcla de alegría y decepción, totalmente entendible hay que decir. Por una parte se alegraba mucho por la experiencia que sería para mi y el cambio que podría representar en mi futuro, pero por otro lado implicaba estar 6 meses separados, excepto puntuales visitas.

La reacción de mis padres fue un tanto similar a la de Cris, de sentimientos entremezclados. Se alegraron mucho, pero como era de esperar también hicieron su papel, me comentaron que me lo mirara todo bien, qué requisitos pedían, que si el chino, que si Shanghái está muy lejos, que si, que si, que si…

Y la pregunta más importante, ya que era la que concernía a mi mismo, ¿sería capaz de irme a 10.000kms de casa durante 6 meses sin mi habitación, mis amigos, mi novia, mis padres, mi fútbol, …? La respuesta de mi subconsciente fue rotunda: ¡SI!

Una vez resueltas estas tres dudas sumadas a alguna otra que eran más de carácter personal, ahora había que inmiscuirse en terreno pantanoso: la burocracia y el papeleo. Será el objeto de próxima (s) entrada.

2 comentarios:

Borja dijo...

Menuda experiencia! La seguiré a través del blog y de twitter. He estado una vez en Shanghai por vacaciones y sin duda repetiría para poder vivir una temporada allí! De los sitios más increíbles en que he estado.
Te recomiendo en YouTube (si no lo has visto ya) el documental de "Discovery Atlas: China Revealed"


tw: @borjacapella

Pol dijo...

Que grandes los dos Borja's! jaja Evidentment també et seguiré! No hi he estat mai, però segur que ho podré conèixer tot a través teu! jaja

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