jueves, 8 de diciembre de 2011

Aunque no lo parezca, sigo en Shanghái...

Hace tanto tiempo que no escribo que no sé ni por dónde empezar. Suelen decir que el principio es lo mejor pero como aquí ya hubo uno, seguiremos donde lo dejamos. Si no veo mal, mi última entrada es del 5 de octubre y ha llovido mucho desde entonces... Han pasado un poco más de dos meses, y eso aquí equivale a muchas experiencias, fiestas, clases. Hay que decir que la vagancia me ha podido estos últimos dos meses, pero voy a intentar revertirlo.

La último que escribí era sólo apto para compradores compulsivos, y cómo no sólo me dedico a comprar, seguiré con mi vida en Shanghái.

Después de un mes y medio ya estaba adaptado a los horarios chinos, aunque cuesta. Es decir, la clase de chino era de 8 a 11 cada mañana de lunes a viernes, después te vas a comer, y cómo hay mil restaurantes cercanos a la universidad, cada día te da por probar uno. Además los precios tampoco son desorbitados, entre 1 y 5 euros por comida: si comes en la cantina de la universidad te sale incluso por menos de 1 euro, y dentro de ese euro te incluye un bol de arroz (obvio), y un par o tres de platos pequeños con carne, noodles, veteasabertuqueeseso con cebolla u otros; si te vas fuera de la universidad tienes para escoger restaurantes koreanos donde te haces la comida tu mismo, japoneses, chinos, McDonalds, KFC, etc. oséase, una gran variedad. A decir verdad, los primeros días solía ir fuera de la universidad, pero con el tema de los precios tan bajos y el regateo, te acabas volviendo un rancio, por lo que si se pueden ahorrar 20 o 30 kuais cada comida buenos son.

Comiendo en Bali's Bistro (indonesiano)

Y qué decir de las clases, a día de hoy ya vamos por el tercer libro. El primer nivel, en el que estoy yo, no es muy complicado pero hay que estudiar un poco cada día porqué los caracteres se van complicando a medida que pasamos de lección y los temas más de lo mismo. Hoy por hoy habremos estudiado unos 250-300 caracteres, pero tened en cuenta que para leer un periódico por ejemplo, habría que saber unos 2500-3000... 
A principios de noviembre hicimos un examen sobre los dos primeros libros. Si habeis hecho algún examen de inglés, francés o cualquier otro idioma ya sabreis cómo va. Un día se hace el listening: tu escuchas un CD con una china hablando y tienes que responder una serie de preguntas y el día siguiente se hace el speaking, que es lo que más miedo me da, y el writing, que si has estudiado no supone problemas. A la semana siguiente habían colgado las notas: un 84/100. Nada mal.

También he continuado con los exámenes en el Xianda College, que principalmente es a lo que vine. La verdad es que usan un sistema bastante diferente al español, de hecho creo que es el sistema escocés... no me preguntéis porqué. Os pongo un ejemplo, tu haces un examen, y lo tienes que hacer perfecto, es decir 10/10, sinó tienes que hacer lo que ellos llaman un re-do, dónde vas otro día a clase y tienes que volver a hacer lo que has hecho mal. Si tienes dudas preguntas a la profesora. Así de simple y sencillo. Si suspendes ambos, tienes que repetir el examen al principio del siguiente semestre.

Obviamente no todo es comer y estudiar. Si no recuerdo mal a la primera fiesta/cena a la que fui fué a principios de octubre. Fue en el Hotel Ascott, en el piso 15 o 20, con unas vistas geniales y una comida buena pero un poco racionada, como suele ser en los restaurantes de high class. Después acabamos yendo al M2 y al M1NT si no recuerdo mal.

A partir de ahí hasta hoy he ido saliendo por varios sitios diferentes pero siempre acabas en los mismos. De hecho últimamente los sábados suelo ir un bar que está a un minuto de la residencia donde todo el mundo va antes de salir de fiesta a tomar una copa, y como el dueño ya me conoce, me deja "pinchar", luego me invita a alguna cerveza que otra y ya de paso le animo a la gente con un poco de buena música. Y a ésto de hacer de DJ (con todo mi respeto a los profesionales de ello), los que me conocen ya sabéis que me gusta, le estoy cogiendo el gustillo porqué ya he ido a un par de fiestas de cumpleaños a hacerlo (por amor al arte, claro está).

Cena en al Ascott Hotel

A todo ésto también acabé un día en el teatro chino, y es cierto que es una experiencia digna de ver. Digamos que es una mezcla entre ópera y teatro pero con vestidos chinos. Muy divertido. Dentro del ámbito cultural hay que mencionar que la escuela organiza un concurso de canto abierto a todos los estudiantes, se tenía que cantar una canción en chino delante de 400 o 500 personas (los estudiantes y jueces). Acabo ganando Henrik, un chico indonesio de nuestra clase.
También la universidad organizó una excursión a Nankun, una water-city pues está rodeada de canales. Fue una excursión interesante, pero al ser octubre y ser una ciudad con mucho agua, había una humedad terrible, que junto con los mosquitos se llegaba a hacer insportable en algunos momentos. Pero al fin y al cabo era algo nuevo, valió la pena.

A mediados de octubre-principios de noviembre me vino a visitar un amigo londinense que está viviendo en Baoji, Ed. Estuvo una semana en mi habitación, y fuimos a hacer el turista por la ciudad, salimos de fiesta, comimos e intentamos ir a un karaoke, pero ésto último tuvimos que dejarlo por causas ajenas a nuestro control (que cada uno entienda lo que quiera...jajaja). Pudimos ver el Yuyuan Garden, un jardín precioso en medio de la city, perdernos por las calles repletas de Qipu Lu, incluso el único día que dejé a Ed solo porqué yo tenía un examen, le tomaron el pelo con un timo muy común aquí en Shanghái. Aquí podéis leer un poco más sobre ello La ceremonia del té por Juan Luis.
Estábamos un pelo apretados en la habitación pero total, era sólo una semana, y el pobre se había pegado una paliza de 12 horas en tren, así que qué menos. Al irse me invitó a ir a Baoji cuando quisiera así que antes de irme, es un viaje que tengo pendiente.

Ed en el Yuyuan Garden

En el apartado de visitas también tengo que incluir a mi señora madre y a Clara, que estuvieron la semana pasada visitándome. Cómo mi padre trabajaba, mi madre necesitaba unas vacaciones y tenía ganas de verme, "engañó" a una de sus mejoras amigas y se vinieron hacía aquí via London. Teniendo en cuenta el pánico que les tiene mi madre a los aviones, es un detalle que le tengo que agradecer. Se hospedaron en un buen hotel, las llevé también a hacer de turistas, a comer a sitios chinos (incluso algun sitio fue extremadamente chino, tanto que nos tuvimos que ir porqué tenían miedo), a ver el impresionante skyline, a ver mi campus y mi habitación recién ordenada para la ocasión y el penúltimo día (a la vez que mi cumpleaños), estuvimos en una ciudad a 100 kms de Shanghái: Suzhou.


Confucieando... 

Fue una excursión divertida porqué cogimos el tren rápido (alcanza los 300km/h), alquilamos un taxi por 8 euros durante medio día y luego nos llevaron a jardines, fábrica de seda, pagoda y al canal. Yo creo que nos tomaron el pelo de mala manera, pero al fin y al cabo fue divertido y es de lo que se trataba. Fuimos también al Fake Market y madre mía cuántas cosas compraron. Suerte que estaba yo allí porqué sinó hubieran pagado unos precios que no sé yo...

Después de ir a cenar con mi madre había quedado con mis amigos para cenar y celebrar mi cumpleaños, pero claro, cuando llegué uno no podía venir, el otro no sé que le pasaba, en fin, que me quedé con Anna solo y me dijo, vamos a tomar una cerveza al T&M a lo que acepté y....PAAAAAAM!! fiesta sorpresa al canto!! me hizo mucha ilusión, la verdad. Todos mis amigos estaban allí, habían pagado la cachimba y unas cuantas jarras de cerveza. El colgado del dueño me invitó a 12 chupitos, que tenía que beberme seguidos...al día siguiente no pude ir a clase. Genial la verdad.

Mi fiesta de cumpleaños en el T&M

Hace poco más de una semana me contestaron de mi universidad dándome el vistobueno para quedarme el segundo semestre así que ahora sólo me queda que empezar tooodos los trámites otra vez y si todo va bien el 20 de Febrero me vuelvo a la china mandarina.

Por hoy mi inspiración se ha agotado, pero prometo intentar no ser tan vago y escribir más a menudo, pero con tantas cosas a hacer uno llega cansado a casa y no tiene ganas de escribir.

PD: VUELVO A ESPAÑA EL 7 DE ENERO!

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miércoles, 5 de octubre de 2011

Un día en el Fake Market de Shanghài

La entrada de hoy va dedicada a los consumistas y adictos a las compras.

Como todos sabemos, la mayoría de productos que tenemos en casa tienen la famosa etiqueta de made in China, así que una vez que llegas aquí esperas comprar éstos productos por un menor precio. Una vez estás en Shangái tienes dos opciones: comprar en las tiendas de marcas internacionales (véase Zara, Hugo Boss, GAP, American Eagle, H&M, etc.) o irte a un fake market a comprarte imitaciones de las marcas internacionales.

Los precios de GAP en la tienda de Nanjing Lu en el centro de Shanghái son los mismos que la de Brompton Road en el centro de Londres. Incluso en algunas marcas como Zara los precios son más altos en Shanghái. No pasa lo mismo con las imitaciones, obviamente, donde los precios son considerablemente más bajos (así como la calidad).

Después de haber ido aproximadamente 15 veces a éstos markets (más de la mitad he vuelto sin comprar nada), creo que ya puedo hablar con conocimiento y dar una idea general sobre los precios que tienen las cosas, almenos las que yo he comprado y he ido comparando con otra gente. En Shanghái hay dos mercados de falsificaciones propiamente dichos, el Yatai Xinyang Fashion and Gift Market en Pudong y el Fenshine Fashion & Accesories Plaza en el Bund. Después podemos encontrar el South Bund Fabric Market, que está especializado en prendas a medida, ya sean trajes, bufandas o pijamas.

Uno de los mil pasillos de Yatai
A decir verdad, prefiero el de Yatai, que está situado en la misma estación de metro de Science&Technology Museum, en la línea 2. Es un poco más grande que el de Fenshine, que está en un edificio de 4 plantas en la calle Nanjing Lu (oeste).


Si quieres comprar varias cosas a precios bajos tienes que estar dispuesto a perder una tarde o una mañana allí, porqué un buen regateo puede llevar de 10 a 20 minutos sólo por una camiseta de Abercrombie para que te la baje unos míseros céntimos de euro. En cada mercado debe haber aproximadamente un centenar de tiendas, si  no más, por lo que no hay que tener prisa por comprar en la primera tienda que veamos. Yo recomendaría no comprar en las tiendas más cercanas a las entradas o salidas, porqué son las que tienen más afluencia de gente y es más díficil conseguir buenos precios (no quiere decir que no se pueda comprar allí, es sólo una recomendación). Yo os díria que primero lo bueno es darse una vuelta e ir preguntando precios en varias tiendas, asi como viendo la calidad de los productos.

Camiseta Starbucks Shanghai
La misma tienda igual la ves repetida cuatro o cinco veces, pero a menudo la calidad de los productos no es la misma. Hay que fijarse en las costuras, el tejido, el logo de la marca (en caso que lo haya), fijarse si hay algún defecto o algún hilo suelto para poder bajar un poco más el precio...en definitiva, hay que fijarse muy bien en todo, incluso que la talla sea la que pone en la etiqueta porqué alguna sorpresa nos hemos llevado con mis amigos. Eso sí, todas las marcas que te puedas imaginar tienen su correspondiente falsificación en ese mercado, hasta ZARA o H&M tienen ropa de imitación.


Una vez ya te has decidido a comprar un producto empieza lo más divertido: el regateo. Es una cosa que hay que hacer, es decir, por mucho que el precio que te diga el vendedor te parezca barato en comparación al original, te puedo asegurar que es una burrada, el problema es que siempre hay alguien que lo paga. Es decir, pongamos un ejemplo, yo he visto una camiseta del Hard Rock Cafe Shanghai que me gusta y la quiero comprar. Por cada tienda que pasas los vendedores te van diciendo: - come inside!-  -watch, bag, what do you need?-  -amigo, amigo buen precio para ti- y así.... 

Calzoncillos Abercrombie y Paul Smith
Entramos a la tienda con aparente desinterés porqué si muestras excesivo interés en un producto concreto te intentarán subir el precio. Le pides la camiseta de Hard Rock por ejemplo. Te preguntará por la talla primero, pero tu ni caso, que te dé el precio antes de nada, duoshao qian zhège? (¿cuánto vale éste? en chino). 

Según la cara de tonto que te vea (y lo digo con cariño) te dirá un precio u otro, ambos dos serán una burrada. Para el caso de la camiseta por ejemplo el precio de salida de la vendedora será unos 200-300 元 (de ahora en adelante pondré los precios en yuanes, más o menos 1€ = 9 ). En el momento que te dice el precio te tienes que poner a reir y hacer un amago de irte de la tienda. Probablemente te dirá, - okay, okay, i'm joking- y te pondrá un nuevo precio, entre 100 y 150 元. Sigue siendo una burrada. Empiezas a mirar la camiseta y te fijas hasta en el más mínimo desperfecto, ni que sea un hilo que se ha salido, y le dices que te dé su last price. Entonces te dirá que le pongas tu último precio. Yo en el caso de esa camiseta pondría 20元. Te dirá que si estás bromeando, y empezará a bajar el precio (poniendo tu de tu parte, es decir, con amagos de irte, etc.) hasta dejártelo en 35. Tu tienes que seguir con 25, o como mucho, subir 1元 hasta 26. Te dirá que no, entonces viene cuando te vas de la tienda (aunque te intente coger del brazo) y al caminar 5 pasos oirás a tu espalda - okay, okay, your price- y ¡tachán!, tienes tu camiseta de Hard Rock por 25-30元.

El método es más o menos el mismo para todos los productos aunque os doy un par de consejos, si es un chico el que compra mejor que vaya a una tienda en que la vendedora sea una chica, siempre están más dispuestas a regatear con chicos, incluso poner un poco de "ojitos" viene bien para bajar el precio. Si se es chica, lo contrario, ir a chicos. Saben hablar algunas palabras de cada idioma así que si os oyen hablar en castellano dirán algunas palabras como: ¡hola amigo!, ¡tu estás loco!, ¡barato para ti! , siempre es bueno seguirles un poco el rollo y hacer un poco de broma con ellos. Hay que decir también que no siempre todos están dispuestos a regatear mucho. Si os dejan un buen precio siempre es agradecido pedirles una míng piàn (business card).

Algunas de las decenas de tarjetas que me han dado
Una vez explicado como funciona un poco el tema del regateo voy a poneros el precio que yo o mis amigos hemos pagado por varias cosas, así os podeis orientar un poco:


- Camisetas souvenir tipo Hard Rock, Starbucks, Shanghai,...: 25-30

- Botas UGG (dependiendo de la calidad):  100-150

- TOM's (no botas/botas):  45元 / 75 

- Camisetas manga corta Abercrombie45-60

- Jeans Diesel, Levi's, CK, ...:  80-90

- Jersei con capucha DSquared bien hecho: 80

- Calzoncillos Abercrombie: 10-15 元/ud.

- Chaleco Moncler buena calidad: 120-140

-  Americana a medida hecha por sastre: 250

- Botas altas de "piel" para mujer: 100-120

- Converse All Star bota: 50

- Náuticos Sebago Docksides: 110-130

- Pantalón de chandal Abercrombie: 50-60

- Bolsa Louis Vuitton de hombre "buena": 80 

- Chaqueta de esquí Spyder, Columbia, TNF: 100-120  

- Polo Lacoste: 40

- Equipación completa FCB, Madrid con logos : 50-70

Jersei DSquared
Y así podría seguir, me falta comprar algún reloj por lo que aún no sé cuanto pueden pedir. Pero espero que esto sirva a modo de guía para aquellos que algún día vengan por aquí. 

Se aceptan pedidos (jajaja).

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miércoles, 28 de septiembre de 2011

La primera semana de clases: no es fácil el chino...

Tal día como hoy hará un mes llegaba al aeropuerto de Pudong con muchas ganas e ilusión, y aquí sigo con las mismas o incluso más ganas. Los días pasan muy rápido aquí, además los horarios son bastante diferentes con lo que a las 10-11 de la noche uno está en la cama viendo las películas o series completas que venden en la calle por 2 euros. De hecho ayer me compré las 6 temporadas de Bear Grills por 18 yuanes, y son como 8 CDs que se ven bastante bien, así que ya veis como está el tema precios por aquí...

Escribo desde el Ciao Café, a medio minuto de la residencia y la velocidad es lenta no, lo siguiente. En fin, a lo que íbamos, el lunes 13 de septiembre es fiesta en Shanghai (o en todo China) porqué es el Mid-Autumn Festival, así que no tuvimos clase y aprovechamos para ir, otra vez, al Fake Market. Suerte que está a media hora en metro porqué si llega a estar a 5 minutos yo creo que tendría un puestecito allí ya...

La clase de chino

Martes día 14, empiezan las clases. El domingo anterior habían colgado las listas dentro del Teaching Building con las clases a las que iba cada uno según el nivel. Mi número de clase era el 105, y por suerte vi dos nombres conocidos en la misma clase: Franco y Marta. Franco es un chico argentino muy simpático y Marta es una malagueña genial también. Así que el martes a las ocho menos cinco de la mañana estaba ya en la clase 105. Me senté al lado de Marta y Franco, hacia el final de la clase, con otro chico americano que se llama Derek, de NY. A las 8.00, puntual como un reloj llegó Wong laoshi, oséase, la profesora Wong. Es una chica china de unos 25 años muy simpática y agradable, y con un inglés aceptable.

Empezamos con las presentaciones típicas, y la verdad es que en mi clase hay de todo: americanos, indonesios, rusos, ucranianos, argentinos, colombianos y así hasta llegar a los 20 que somos en clase. Pero muy buen ambiente eso si. El domingo también fuimos a buscar los libros con los que damos clase. Somos el nivel lower elementary obviamente, y hay que empezar desde el principio. Ese principio con la lengua china son los tonos, hay cuatro tonos diferentes y según digas una palabra con un tono o con otro tiene un significado muuuuuy distinto. Los libros están en inglés y en pinyin, que es la traducción de los caracteres chinos a las lenguas románicas. Según vas avanzando ya deja de haber pinyin para que solo haya caracteres.

Luxun Park


Digamos que los tres primeros días se basaron en repetir lo que la profesora decía, uno por uno, y haciendo ejercicios varios para diferenciar entre los distintos tonos y los sonidos. Es decir, en chino la letra Z se pronuncia como tzé, y así con unos cuantos sonidos más, así que no es nada fácil. Pero poco a poco vas viendo las diferencias entre los tonos, y después de varios dictados algo sabes. Pero hay que seguir practicando. A la vez íbamos aprendiendo algunos caracteres básicos, como shui, que es agua, xibanya que es España, men que es puerta, y así hasta unos 25-30 caracteres que sabíamos escribir al acabar la semana. Mi objetivo es aprender unos 150-200 al acabar el semestre, para así poder hacer el examen HSK y tener algún título de chino. Y luego continuar estudiándolo en España.

El viernes vino otra profesora distinta, Wang laoshi, y es un poco más estricta y aburrida, pero da más caña y también se agradece. A la vez que el chino empecé también las clases de economía en el Xianda College. Tengo nueve clases a la semana repartidas en cuatro días porqué preferí dejarme el viernes libre. Hablé con mi tutora y le pregunté, por si las moscas, que si las clases eran en inglés, a lo que me contestó que obviamente. Obviamente que no, porqué solo llegar a la primera clase, aparte de ser el único occidental de toda la universidad y por tanto el centro de atención, la profesora se puso a hablar en chino, aunque las diapositivas y el libro están en inglés.  Y así con las otras tres clases a las que fui, por lo que he decidido no ir más a las clases, he hablado con cada profesor y les he dicho que me envien los ppt's y me digan las fechas de los exámenes, me lo estudiaré por mi cuenta. Ningún problema por su parte, al revés, han sido muy simpáticos.

En Pudong con Xisi, Anna, Rubén y Juanra


Como veis pues, la primera semana de clase se ha saldado sin víctimas. Incluso me está gustando el chino, me estoy poniendo a tope de estudio. Aunque hay que decir que las clases de chino acaban a las 11.30, luego se come a las 12, sí, a las 12, un poco de relax, estudio durante un par de horitas y luego el resto de la tarde libre para ir al Luxun park, al Fake Market o simplemente quedarse en la residencia con los amigos.

Y el fin de semana se sale por supuesto, de hecho el sábado acabamos en una discoteca que se llama SOHO, llena de chinos pero muy divertido. De hecho los dueños eran expats también y nos preguntaron por nuestros datos por si queríamos hacer de RRPP's, se los dimos pensando por un dinero extra, pero todavía sigo esperando su llamada...

En definitiva, que las clases de chino son entretenidas, y me estoy acostumbrando a la vida de aquí, aunque coma a las 12 y cené en cualquier sitio de la calle por 50 céntimos a las 6 de la tarde. La semana que viene es fiesta nacional en China, y estamos intentando planear algún viaje. Queríamos ir a las montañas voladoras (las que salen en Avatar), que están a 3 horas de Shanghái pero me parece que vamos un poco tarde porqué es fiesta en toda China y todo el mundo se va de vacaciones, así que a ver qué encontramos...

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jueves, 22 de septiembre de 2011

Totalmente adaptado a Shanghái: II parte

Sé que ésta entrada viene con mucho retraso pero es que no encuentro el tiempo para conectarme a internet, aquí hay ocho mil cosas a hacer antes que eso... os traigo la segunda parte del post del otro día.

Conocí al grupo con el que me he ido moviendo estos últimos días hace 5 o 6 días, y desde entonces todo ha mejorado mucho. El primer día fuimos a cenar a un restaurante que se llama Canteen, lo típico vamos, pero de Cantina mejicana tiene lo que yo de bombero porqué todo era comida china, buena y barata, pero china al fin y al cabo. Fuimos cinco a cenar: Juanra de Alicante, Xisi de Alicante también, Rubén de Bilbao, Anna del sur de Italia y un servidor. Después de cenar decidimos ir a tomar una cervecita, y ya de paso a jugar a los bolos o karaoke o lo que surgiera. De hecho a 10 minutos de la residencia hay un edificio de cuatro plantas que se llama KTV, y que tiene 25 billares en la primera planta, unas cuantas salas de karaoke en la segunda, una bolera en la tercera y salas para jugar al Mao Johng (creo que se llama así) en la cuarta planta, un centro de entretenimiento vaya. Acabamos en la bolera con una Tsingtao, cerveza china suave.

Xianda College

Estamos a lunes ya y no tengo nada especial que hacer porqué en el calendario que nos dieron al registrarnos pone que hasta el día 13 no empiezan las clases del curso chino. Lo más que tenía que hacer era ir a buscar los libros el día 11 y hablar con la oficina internacional para ver cómo funcionaba el tema de la matrícula en el College de economía, pero eso lo haría el martes, que el lunes había que descansar y ver algo de ciudad. Volvimos a ir a la Canteen a comer el lunes con todos, además se había juntado Óscar, otro español. Así que ya somos 6 en el grupo. La pobre italiana no sabe dónde se ha metido... es broma, que se lo pasa muy bien y más o menos entiende todo lo que decimos a no ser que hablemos rápido. Nada más destacable el lunes si no recuerdo mal.

El martes decidimos ir de compras al Fake Market de Ya'tai, era la tercera vez que iba, pero es que me lo paso genial regateando. Además ya le he cogido el truco y saco las cosas por precios razonablemente bajos. Estuvimos como cuatro horas comprando, aunque los que más compraron fueron Anna y Rubén, que se llevaron varias cosas: bolsa Louis Vuitton, zapatos y no sé cuantas cosas más. Fue muy divertido. Y si os digo la verdad, ya me conocen en el mercadillo, a día de hoy he ido como diez veces.

Vistas del Pudong

Era la semana antes de empezar las clases de chino así que fue muy de relax. No hice mucha cosa destacable más que salir el sábado a un club que se llama Soho, que diría que está en la Concesión Francesa. Si bien no tiene nada que ver con el M1nt (del que os hablé la semana pasada) ni en decoración ni en ubicación, fue una noche muy divertida, pues es un club mayormente frecuentado por chinos, y no hay nadie más divertido bailando que ellos. El viernes no salimos y nos quedamos viendo alguna peli en la habitación, que estábamos cansado y daba un poco de palo salir.

Por suerte el lunes era fiesta y el domingo salimos a tomar una cervecita tranquilamente. Me tengo que ir porqué hemos quedado para cenar, y para variar el internet es lo último. A ver si en breves puedo contaros cómo han ido las dos primeras semanas de clase, con fotos y demás...

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viernes, 9 de septiembre de 2011

La vida shanghainesa: no se vive nada mal...

Pues si, sigo vivito y coleando, cada día haciéndome más al estilo de vida shanghainés y conociendo a muuucha gente. Pero tenía el blog un poco abandonado, de hecho lo que os cuento hoy lleva dos o tres días de retraso, mañana prometo poner la otra parte, que estos últimos días han sido geniales y he hecho un montón de cosas con el grupo nuevo de amigos.


El sábado fue un día muy normal. Me levanté sobre las 10 de la mañana, mientras que a mi roomate ya le había dado tiempo de ir al parque a ver a los viejos hacer tai-chi (dicen que es un espectáculo digno de ver, así que un día de estos me levantaré temprano y lo iré a ver), hacer la compra en el Carrefour, desayunar y ducharse. Es un tío que aprovecha el tiempo, además come sano y estudia mucho, lo que se vendría a llamar una buena influencia. Hicimos arroz para desayunar/comer en la misma habitación con un aparatito muy majo que tiene Sasha para cocinar cosas y una vez desayunado y duchado me puse en marcha, que aunque no tenía nada en especial a hacer quería ver alguna parte que no hubiera visto de Shanghái (como si fueran pocas las que me quedan por ver…).

Foto de Pudong

El lugar escogido fue la Concesión Francesa. Las guías y la gente dicen que es un sitio muy bonito y muy tranquilo, contrasta con el resto de Shanghái, que está lleno de rascacielos, supongo que por aquello de aprovechar el espacio y meter 20 millones de personas en el menor espacio… Así pues, cogí el metro (que es el más largo de Asia y el tercero del mundo) en dirección a Hengshan Lu (Lu = calle). Tardé unos 30 minutos más o menos entre transbordos y esperas. Nada más salir de la estación ya ves que es un barrio completamente distinto: hay muchas casas de dos pisos o menos, con estilo arquitectónico europeo, bares cools, etc. . y a medida que vas caminando te das cuenta de que es una buena zona, de hecho está lleno de occidentales. Como tampoco me lo conocía fui caminando por calles y me impresionó especialmente una que estaba sólo dedicada a la música. Estaba llena de tiendas de violines, guitarras, baterías, escuelas de música, etc. 
 
Seguí caminando por una calle que se llama Huaihai Lu en dirección a People’s Square (el centro neurálgico de Shanghái). En ésta calle están muchas de las boutiques de marcas internacionales: Rolex, Cartier, Boss, Tiffany&Co., Zara, H&M, Columbia, Puma y así un largo etcétera. Por cierto, ahora que estoy con las marcas, ayer vi un puestecito donde vendían falsificaciones de Zara, lo que me faltaba por ver.
Acabé, después de 45 minutos caminando, en People’s Square, y para variar cené en un Pizza Hut porqué era lo que más me apetecía, además estaba la calle llena y me daba palo meterme en un sitio chino. Para beber pedí una cosa un tanto rara, Cocacola con nata y una bola de helado de chocolate encima… juzgad vosotros mismos. Y después para volver paré en una tienda de deportes a comprarme un skate por unos 120 RMB (13 euros), que la verdad es que me está siendo bastante útil para moverme por la ciudad. Llegué a mi parada y me fui al Starbucks que está a unos 10 minutos de la resi, a ver mis mails, Skype, Facebook, SdeShanghai y esas cosas del interneng.

Hasta aquí era un sábado normal, mis amigos no me habían dicho nada y eran sobre las 10pm. Pero de repente recibí una llamada de la hermana de una amiga mía de Barcelona, que ya me había dicho que estaba por aquí, que si quería salir, que estaba cenando con un grupo de españoles y un alemán. Obviamente acepté la propuesta, no se podía rechazar. Me fui a la resi rápidamente, me vestí un poco decentemente y cogí el taxi en dirección a no sé dónde me dijo María. Llegué al restaurante y había como 5 españoles/as y un alemán. Todos se presentaron, muy majos y simpáticos. Acabaron de cenar y ninguno se decidía, así que unos se fueron a casa porqué estaban cansados y María, otra chica, el alemán und me nos fuimos de fiesta. Pero no fuimos a cualquier bareto, no, fuimos al m1nt, el club más fashion de todo Shanghái. Hay que reservar antes de ir para estar en la lista, sino no entras. Y de hecho es un sitio que vale la pena porqué está en el piso 24 de un rascacielos con unas vistas que alucinas. De hecho en el pasillo de entrada a la sala tiene un acuario con tiburones de 70 centímetros. Entramos con otras dos chicas españolas que había por allí. No es un club para chinos, que digamos, los podía contar con los dedos de una mano. Era todo gente europea y americana: mejicanos, rusos, varios catalanes, ingleses, alemanes, franceses, etc. todos engalanados como en cualquier western club medio decente. La noche genial aunque los precios de las copas son los mismos que en España, 80 RMB por cubata o chupito. Cuando me cansé, taxi de vuelta a la resi por unos 25 RMB. 

La discoteca M1NT


Uno de los tiburones de la discoteca

El día siguiente no me levanté pronto porqué había quedado a la 1pm con mi amigo colombiano para ir a jugar unos partidos de fútbol. Llegué a la parada donde había quedado con él y fuimos en dirección al campo, que llegábamos un poco tarde. Allí me presentó a su equipo, casi todo latinos excepto un español. Y estuvimos jugando bien bien 3 horas contra varios equipos chinos. Pagas unos 50 RMB por jugar 3 o 4 horas con todas las bebidas energéticas que quieras así como agua fría a mansalva. Iré todos los domingos.

A las 4 me tenía que ir porqué una hora más tarde había quedado con Lucía, una chica china que ha estudiado filología española y que conocí a través de la Casa de España en Shanghái. Como ella se conoce la ciudad más que yo, me enseño la Concesión Francesa, pero bien enseñada. Fuimos a la biblioteca Cervantes, vimos Casa Pepe, tiendas europeas y un montonazo de occidentales. Como ya se hizo la hora de cenar me llevó a un restaurante chino con cocina de Sichuán, es decir, la cocina china que más pica. Pedimos un pollo con chile (no tenía ese nombre obviamente) que picaba como el demonio, de hecho aún tengo la lengua escocida, un poco de arroz frito y un plato con berenjenas picantes raras. Estuvo muy bueno y no muy caro, unos 100 RMB. Como ya suelo hacer casi cada noche, al volver a la resi cogí el portátil y me fui a mi Starbucks a tomarme mi cafetito y mi internet.

Comida sichuanesa: picante de co**nes

El día de hoy tampoco ha sido muy provechoso, pero como hasta el lunes que viene no empiezo las clases, tampoco hay prisa. Lo que si que tengo que decir es que he conocido más españoles y una chica italiana, a los que ahora estoy esperando para cenar. Y de hecho he ido a cenar y a la bolera, ha estado genial, son gente muy maja.

La bolera y Rubén

Mañana prometo poner la segunda parte, que como ya he dicho, esto está un poco atrasado y en los útlimos días ha habido mucho movimiento...

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viernes, 2 de septiembre de 2011

Aquí seguimos: casi una semana...

Aquí sigo, hoy me toca escribir desde un Starbucks porqué en la residencia el WiFi todavía no funciona...de hecho he estado esperando como media hora a que un chico (no chino) se fuera porqué se había apropiado el enchufe y yo tenía muy poca batería.

En fin, que puedo seguir contandoos mis peripecias por Shanghái. Entonces, la última noche del hotel fue normal, sin sorpresas ni nada que valga la pena remarcar, además del poco sueño que seguía teniendo por el maldito jet lag. Antes de meterme en la cama me planeé el día siguiente: me levantaría a las 9, me ducharía tranquilamente, bajaría a desayunar, volvería a la habitación a hacer la maleta otra vez y luego me iría en metro hasta la universidad (unos 40 minutos aprox.).  

Ja! Hasta lo de hacer la maleta todo bien, pero cuando llegó el momento de ponerse a caminar 500 metros en dirección a la estación vi que lo del metro no era muy factible... con 30 kilos repartidos en 3 maletas y con una chaqueta de por medio no era muy buena idea. Así que escogí la opción fácil: el taxi. Por una parte me encantan los taxis de Shanghái, coches antiguos y superbarato, y por otra los odio, los conductores están como una p**a regadera, conducen FATAL y pitan todo el día. Obviamente no tienes preferencia ni aunque estés cruzando un paso de cebra. El taxi tardó apenas 10 minutos en llegar a la uni por lo que me salió barato el viaje, unos 40 RMB (unos 4 euros y poco).

La habitación de la resi


¿La impresión de la residencia así a primera vista? pues no la mejor del mundo, porqué el edificio es bastante feo. Está pintado de un tono rosa apagado y un poco sucio por fuera. Pero entras dentro y cambia bastante. Además empezaba a haber un poco de movimiento internacional, cosa que me animó bastante. Había un par de chicas rusas hablando con el recepcionista y un inglés en una mesita improvisada donde hacíamos los tramites del registro con dos chinos que hablaban un inglés decente. No fue mucho problema hacer el registro, lo único es que yo estaba esperando una transferencia desde España para pagar la residencia y el curso, y todavía no me había llegado, pero no hubo problema, les di una paga y señal y más adelante pagaría el resto. Lo último que me dijo el chino fue:  

- your roomate is from..........................................Uzbekistán! -

¡Vale vale!¡Genial!¿Alguno sabe dónde está exactamente Uzbekistán? Mentira si habéis contestado que sí. Así que tocaba subir a la habitación a ver quién era el compañero. Abrí la puerta cerrando los ojos...pero no estaba. - Mejor, más tranquilo - . La habitación era genial, la verdad, además, como lo acaban de renovar entero los muebles son nuevos, la tele de plasma, las camas, los armarios, etc. así que no me puedo quejar de habitación.

De repente entró un rubio con ojos azules de metro noventa con cara de soviético, efectivamente, era Sasha, mi roomate. Pero de Uzbekistán no tenía nada por lo que fui comprobando luego, me hablaba de Ucrania solo, así que deduje que era de allí. Hay que decir que es buen hombre, tranquilo y un poco raro, pero majo al fin y al cabo, además habla chino muuuuy bien y esto equivale a una gran ayuda. Me quedé el resto del día por el barrio sin hacer mucho de provecho: vi qué había por ahí, y lo bueno es que como está cerca de un estadio de fútbol, tiene muchos restaurantes, bolera, billares y mi querido Starbucks, que creo que me va a ser bastante útil porqué en la residencia me hacen pagar 50 euros por tener WiFi, y me da mucho palo pagarlos, prefiero venir aquí y tomarme un café ya de paso.

Sasha se levantó a las 6 y pico de la mañana del día siguiente no se bien bien a qué hacer, pero yo seguí durmiendo hasta las 8.30 porque lo único que tenía que hacer ese día era ir al banco a ver si me había llegado la transferencia, y en caso afirmativo registrarme en la uni. Me levanté y al irme a duchar vi que no había agua caliente. Le pregunté a Sasha y me dijo que en lado sur del río Yangtsé (que atraviesa Shanghái) no tienen agua caliente a no ser que compren unos aparatitos a tal efecto. ¡Si hombreeee!¿Y en invierno cuando estemos a menos 5 grados me voy a duchar con agua fría? Pero no sufrais, que en realidad era sólo que como todavía estan acabando todas las reformas aun no funcionaba...¡Ufff!

La perla de Oriente


Me fui camino del Bank of China y no, la transferencia no había llegado todavía. Tenía un día entero por delante sin nada planeado. Decidí ir a ver el impresionante Pudong y el Bund, los dos lados más bonitos del río. Y la verdad es que vale la pena porqué todo el skyline del Pudong con todos los rascacielos construidos hace menos de 20 años coronados por la Perla de Oriente (la torre de TV) es bestial. Mientras hacía una foto del paisaje, un china y una china me preguntaron si les podía hacer una foto, y de allí me empezaron a preguntar que de dónde era, que qué hacía aquí, que ellos eran de Shanghái, que si bla bla, hasta que se cansaron y se fueron. Simpáticos ellos. Me estuve todo el día dando vueltas por Shanghái y por esas dos zonas, el Pudong es alucinante, todo está hecho a lo grande y a lo occidental, tienen un centro comercial que es dos veces un Corte Inglés de Barcelona o Madrid. Ya hacia las 9 volví y ni cené, que había comido mucho en un sitio por ahí en el Bund.


El Xianda College


Hoy a primera hora (con Sasha levantándose otra vez a las 6) he vuelto a ir al banco, y esta vez si, ya me había llegado. Tenía que sacar 18.000 RMB (2000 euros) para pagar la residencia y el curso de chino así que iba con un buen fajo de billetes bajo el brazo en dirección a la uni. He llegado al edificio en el que hacemos el registro los extranjeros y eso parecía la torre de Babel, había gente de muchos sitios, pero sobretodo de Japón, México y paises ex-soviéticos. Había que hacer como 4 cosas distintas, rellenar un application form, comprar un seguro, pagar el dinero y dar todos los papeles para que te hagan el carnet de estudiante (que se parece más a un pasaporte que a un carnet). Cómo no, lo he hecho todo al revés y he dado más vueltas que un tonto, pero supongo que es la gracia. Cuando me estaba yendo he escuchado un ¡...de Barcelona! de fondo, me he parado en seco y he ido a ver de dónde venía eso. 10 metros detrás mío había tres chicos, he ido de cabeza allí y me he presentado. Manuel de Colombia, Oscar de Barcelona y Carlos de México. Ya tenía alguien con quién compartir dudas y cosas.

Una vez ya tenía el carnet de estudiante me he ido a mi residencia a ducharme y en éstas me he encontrado a Óscar, y me ha propuesto ir a tomar algo. Obviamente hemos ido, hemos llamado a Manuel también para que nos acompañara y ha sido buena idea porqué es un tío divertidísimo. Además ambos estaban buscando piso así que ahora ya lo buscan conjuntamente, de hecho les he acompañado a mirar un piso cerca de la universidad. Vaya basura de piso, les pedían 5300 RMB al mes por 3 habitaciones y dos baños, pero el piso estaba en bastante malas condiciones. Luego hemos comido por fin en un restaurante chino, 3 platos y una agua por 30 RMB (3 míseros euros), además estaba bueno. Y ya después de comer hemos decidido ir al mercado de falsificaciones más grande que hay en Shanghai, en la parada de metro de Shanghai Science and Technology Museum.

¡Qué divertido ha sido! Óscar necesitaba unos polos así que hemos ido entrando a las tiendas preguntando por polos, y en una que nos ha gustado hemos preguntado el precio. Era una falsificación bien hecha de un polo de La Martina, nos ha pedido de inicio 600 RMB. Te ponen el precio en una calculadora y se trata de regatear a muerte, así que nos hemos reido y le hemos dicho que si, que por ese precio comprabámos el original casi. Entonces te da la calculadora y te dice: your price, how much? Manuel le ha puesto 30 RMB, la chica le ha dicho que si estaba loco, y entonces aquí empieza un proceso de regateo (incluso tirándote de la ropa) en el que te diviertes mucho, te vas de la tienda haciendo ver que es muy caro, hasta que el precio se ha quedado en 55 RMB, no está mal 5 euros y medio por un polo. Se ha comprado tres o cuatro. Hemos estado como cuatro horas allí en las que hemos conocido a Paco, un español de Málaga que lleva 12 años aquí y sabe de qué va el tema y que nos ha explicado muuuchas cosas y consejos. Además estaba su hija con una amiga que también vienen a estudiar a la SISU, así que nos las ha presentado.

Yo me he enamorado de unos Sebago pero no los hemos podido bajar de 150 RMB, y me daba palo pagar ese precio. Eran bastante decentes pero otro dia será. Más tarde, justo antes de irnos y después de estar más rato hablando con Paco, hemos mirado una tienda de gafas.

El mercadillo mencionado


Manuel se ha probado unas RayBan y el vendedor le ha dicho que 100 RMB, a lo que ha empezado el proceso de negociación otra vez hasta llegar a los 20 RMB, pero al vendedor se le ha girado la pinza y ha salido cagándose en la madre de Manuel porqué no se las había comprado. De repente le ha pegado una patada diciéndole: Fuck you, stupid y se ha empezado a encarar con Manuel, pero no es buen sitio para meterse con un chino porqué hay mucha mafia por allí y te salen 15 de algun sitio y la has liado. El 6 día no mola ir a la comisaría así que nos hemos ido mirándole con mala cara al imbécil y maleducado del vendedor. Era para pegarle, pero no vale la pena. Así que hemos vuelto cada uno a su casa y ellos dos salían de fiesta, yo hoy estoy cansado, mañana seguramente sí que saldré.

Como podeis ver de momento todo va empezando a ir genial ahora que ya conozco un poco más de gente. Y supongo que cuando empiece clases será aún mejor (empiezo el día 7).

Seguiremos informando...

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martes, 30 de agosto de 2011

4 días en Shanghái: casi sano y salvo

Como ya visteis, el primer día fue frenético y dejó el listón alto, por lo que éstos últimos 3 días no he podido seguir el mismo ritmo ni por asomo. De hecho no tengo gran cosa que contar porqué el domingo y el lunes no me moví del hotel más que para ir al Carrefour a comprar agua Evian (y no, no es que sea la pijada de comprar agua Evian sino que no me fiaba mucho de las otras marcas además de la Nestlé).

Os cuento: el domingo, después del ajetreado día anterior, decidí tomármelo con más calma y dormir todo lo que no había dormido hasta entonces, así que me quedé durmiendo hasta las 4 de la tarde. Como era una hora que ni para comer ni para cenar, bajé al Carrefour a comprar merienda. Mala idea. Compré unas uvas y un par de paquetes de Oreo, y claro, supongo que al cuerpo esa mezcla no le sentó muy bien. De manera que al cabo de 3 o 4 horas me empecé a encontrar un poco mal de la barriga. ¿Genial, no?

Jufeng Lu Station

Pero eso no era todo. Para más colmo, la combinación de haber dormido tropecientas horas junto con el jet lag me impidieron coger el sueño hasta las 6 de la mañana. Fue horrorosa la noche. De hecho a las 4 de la mañana bajé a recepción a que me dieran una botella de agua, pero no es muy buena (de aquí viene lo que os he dicho de las botellas de Evian...). Y claro, una vez cogido el sueño no paré hasta las 3 de la tarde del lunes otra vez. Seguía sin encontrarme del todo bien así que decidí descansar y no moverme del hotel más que para comprar un poco de fruta para no morirme de hambre.

Poco a poco me he ido mejorando (con la ayuda de medicinas, claro) y hoy ya me he levantado a la hora normal, he desayunado en el hotel y me he dispuesto a ir a mi universidad, a ver qué se contaban. Ha sido otra aventura. He tenido que coger 3 lineas de metro, pero como soy tan guay me he dicho - bah! ¿Porqué no dejas el mapa en el hotel? tampoco lo vas a necesitar... - ¡Jod*r si lo necesitaba! He llegado a la presunta estación más cercana a mi uni, y tenía dos direcciones a las que podía ir. He escogido la derecha. Bad choice. Una hora más tarde me he autoconvencido de que probablemente era la otra dirección, y así era. Una vez he vuelto a la estación del principio, he tomado el camino hacia la izquierda y en 5 minutos estaba en la resi de mi universidad. El rato de caminar que me hubiera ahorrado si hubiera cogido el mapa...

La entrada de mi uni

Una vez allí tampoco tenía mucho que hacer porqué la uni en si estaba cerrada y sólo me quedaba preguntar si mañana ya me podría trasladar allí. Me han confirmado que sí, que mañana podría quedarme ya. He dado una vuelta por los alrededores, he visto el campo de futbol que hay, el gimnasio, la piscina (todo visto desde fuera) y vuelta a la estación de metro dirección al hotel, que por la tarde había quedado con una chica china/española para que me enseñara un poco la Concesión Francesa.

Me encontraba mejor, pero tampoco estaba para tirar cohetes, y a medida que volvía hacia el hotel me encontraba un poco peor, así que he decidido posponer la visita a otro día. He llegado al hotel sobre las 4 de la tarde y he visto que en mi móvil chino había un mensaje de un amigo mio de UK diciéndome que había llegado bien a Xi'an (ciudad cerca de Shanghái, o no tan cerca) y que en cuanto se estableciera me llamaría para venir aquí. He descansado un poco y he ido a comprar cena. Me podría haber quedado en el hotel, pero la verdad, no me apetecía para nada comida china. He ido al McDonalds que está a dos paradas de mi hotel, en un centro comercial que tenía tooodas las marcas occidentales (McDonalds, KFC, Haagen Dazs, C&A, EF, etc.). Supongo que el McDonalds no era lo que mejor le iba a mi barriga, pero es lo único que me entraba. A todo esto me gustaría que supierais el precio del Menú Big Mac (para los asiduos a los fastfood), 24 RMB, oséase 2,5 euros por el Big Mac, las patatas y la Coke. Y no, no estaba para nada malo. Además, puedes llamar y te traen el McDonalds a casa.

El McDonalds de Jinqiao

En definitiva, que mañana en teoría empieza mi vida universitaria. Y tengo ganas de que empiece porqué en realidad, 4 días solo por aquí estan bien, pero mejor con compañía. A ver qué tal se presenta!


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sábado, 27 de agosto de 2011

La aventura ha empezado: día 1

No puedo creérmelo, por fin estoy en Shanghái, escribiendo la primera entrada de la aventura en la habitación de un hotel en Pudong con una Coca Cola y unas Chips Ahoy! compradas en el Carrefour (sí sí, Carrefour) de al lado del hotel. Son las 8 de la noche por aquí y ya está bastante oscuro.

Han sido dos días muy largos (contando que he estado 13 horas y media metido en un avión...). El jueves a las 4 de la mañana estaba ya de camino al aeropuerto de Barcelona, despidiéndome tanto de mi novia como de mis padres y a las 6.30 cogí el vuelo dirección Bruselas. Llegué a Zaventem Brussels hacia las 8.45. Me esperaban 5 horas en al aeropuerto sin nada más que hacer que dormir, comprar desayuno o mirar como despegaban los aviones, pero con ayuda del Ipod se pasó un poquito más rápido. Así que a las 13.00 estaba embarcando en el avión de Hainan Airlines, del que no tengo queja alguna pues era suficientemente espacioso, junto con que no tenía nadie al lado y que me tomé una pastilla que acababa en ...zepan hizo que no fuera un vuelo eterno de once horas y media.

Shanghái desde el avión

Ding dong. "We will land in about 15 minutes in the Pudong Airport of Shanghai". Genial, solo me he despertado dos veces en el avión, una para cenar y otra para ir al baño. 7 de la mañana en el aeropuerto de Pudong, en la frontera, y encima me habia dejado el papelito que había que entregar en aduanas en el avión, así que vuélvelo a hacer otra vez. Pero en 10 minutos ya era libre y de camino a los taxis. Taxis viejos, modelo Volkswagen Santana y con taxistas que hablaban nada de inglés. Por suerte llevaba la dirección del hotel y el teléfono escritos en chino, y aún así se ha perdido y ha tenido que llamar al hotel, así que imaginaros...

He pagado unos 150 RMB (16 euros aprox.) por un viaje de casi 30 kilómetros, en España sería impensable ese precio por tal viaje. En fin, que por fin he llegado al Holiday Inn Express Jinqiao, en el que si que hablaban un poco de inglés, he podido hacer el check-in antes de la hora y he estado en la habitación pegándome una ducha y descansando. Hay que decir que el calor es bochornoso y nada más salir de la ducha vuelves a estar empapado, a no ser que te quedes en un sitio con aire acondicionado.

Sobre las 11 de la mañana y un poco más descansado, me he armado de valor y he ido a dar una vuelta por los alrededores, para ver que había por allí. Lo más cercano es un Carrefour, en el que he comprado cuatro guarradas y una pasta de dientes (me la olvidé en casa), y un KFC . He decidido andar algo más que 30 metros y me he metido por las calles cercanas. Como estoy en la zona nueva (Pudong) y no muy cerca del centro, no había grandes tiendas, era todo tiendecitas, real-estates, paradas de comida y bancos.

Vistas desde el hotel

Precisamente con los bancos he tenido mi primer contacto con los chinos, pues me tenía que abrir una cuenta para poder moverme por aquí. He entrado al Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) preguntando si alguien hablaba inglés, ha venido un chico que lo chapurreaba y le he dicho que quería abrir una cuenta. Me ha pedido el pasaporte y me ha hecho poner el nombre, dirección y teléfono, pero claro, al no hablar inglés no me ha explicado demasiado de qué iba el tema, así que a la que se han girado me he ido corriendo. No me fiaba.

He vuelto al hotel y he llamado a un amigo de mi madre que trabaja por aquí, hemos quedado para comer en un restaurante italiano (hay que ir a lo seguro el primer día) de buena calidad y precio. Eso sí, estaba en la otra punta de la ciudad, cruzando el río, y he tardado como 45 minutos en taxi (a unos 106 RMB). Me ha estado comentando cosas de Shanghái, explicando su trabajo, consejos, preguntas que yo tenía, en definitiva, una comida agradable y productiva.

Me ha dejado por allí, porqué bien bien no tenía ni idea de dónde estaba. Gracias a eso he tenido que buscar una estación de metro (no es muy difícil encontrarlas...) y he pensado que sería buena idea dar una vuelta por el centro. Así que he ido a la parada de People's Square, algo así como la Plaza Catalunya de Barcelona, solo que más grande. Junto a ésta plaza hay una calle larguísima y llena de tiendas de todo tipo y centros comerciales al más puro estilo del Corte Inglés. Cabe decir que hasta el momento había visto unos 7 u 8 occidentales, no más. Supongo que por esa razón cada dos minutos me paraba una mujer de moral distraida para ofrecer masajes y otro tipo de servicios, así como hombres ofreciéndo sexo, masajes, tiendas...lo que necesitara, vaya. En el fondo me lo he pasado hasta bien rechazando a tanta gente, es como que eres diferente.

People's Square

Como estaba en el centro he tenido la magnífica idea de pensar que por allí sabrian más inglés.  Estaba equivocado. He entrado en un Bank of China y chapurreaban el mismo inglés que el banco anterior, solo que un poquiiito mejor. Así que finalmente me he abierto la cuenta con su correspondiente tarjeta de débito en 15 minutos y pagando 20 RMB por la gestión.

Pero todavia me quedaba otra tarea antes de acabar el día: conseguir una tarjeta SIM china, a poder ser con internet o Blackberry service. Después de patearme medio Nan Jing Lu (la calle esa llena de tiendas) al final de todo he encontrado una tienda con China Mobile, que era la compañía que me interesaba. Rapidamente ha venido un chino a atenderme chapurreando el inglés otra vez, pero vaya, lo suficiente para hacernos entender. Me ha pedido el pasaporte y le he preguntado por el precio y los servicios. Me ha dicho que 200 RMB (20 euros) por 500 minutos en llamadas más 0'1 RMB por mensaje y 0 RMB por recibir llamadas internacionales. A lo que le he contestado que me parecía caro y que si no tenían  una tarifa más baja, que no necesitaba 500 minutos. Ha tardado 2 segundos en bajar el precio a 150 RMB. Yo buscaba servicio Blackberry pero se ha inventado algo de que los 3 primeros meses no se puede tener o algo así. Como soy medio bobo he aceptado el precio y encima sin internet. La próxima vez no me pasa, me largaré diciendo que me parece muy caro; seguro que viene bajando el precio, ya he visto que funcionan así por aquí... pero vaya, ya tenía mi tarjetita SIM china, casualmente de la compañia competidora (China Unicom) y comprada en la tienda de China Mobile...

Una vez con mi comida en un restaurante italiano, el paseo por el centro, mi cuenta y mi tarjeta, me he dispuesto a volver al hotel, ésta vez en metro, que si uno se acostumbra a los taxis al final se arruina. Además, el precio de un viaje en metro es ínfimo: está entre 1 y 6 RMB (0,1 y 0,6 euros), así que sale a cuenta. He tomado la línea 2 hasta Century Avenue y allí transbordo a la línea 6 hasta Jufeng Road, que está a cinco minutos del hotel.

Para que veais que lo del Carrefour no es broma...


En definitiva, que aquí estoy, sano y salvo, escribiendo desde la habitación del hotel con un poco de vistas a la Perla de Oriente y al Grand Hyatt después de un día entretenido, productivo y sorprendente.

P.D.: los chinos conducen muuuuuuy mal, pitan cada dos por tres y los pasos cebra se los pasan por el arco del triunfo...

Seguiremos informando!!














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lunes, 22 de agosto de 2011

Cada vez está más cerca: cuatro días...

La verdad es que dije que escribiría cosas sobre Malibú pero no tuve ocasión porqué la casa donde vivía no tenía internet y estos últimos días he andado liado, así que éste es el último post antes de mi partida a tierras asiáticas, donde realmente empezará la parte "interesante" del blog.

Después de las tres semanas en Estados Unidos, y unos días de descanso en Barcelona y la Costa Brava, estoy preparando ya las últimas gestiones. Ayer reservé el hotel para los cuatro primeros días, un Holiday Inn en el centro de Shanghái que parecía bastante decente. Con esta reserva y unos papeles que fui a buscar a la universidad sobre un "certificado de estancia", diría que lo tengo todo, solo me queda hacer la maleta y subirme al avión.

A decir verdad, no estoy muy muy nervioso por ahora, pero supongo que a medida que pasen los días irá en aumento. De hecho, son más ganas que inquietud. El viaje, como ya he comentado más de una vez, tiene una parte triste y otra no tan triste. Muchos vínculos me unen a Barcelona y Sant Cugat: mi família, mi novia, mis amigos, mis compañeros, etc. y sé que no será fácil, pero por otro lado se me presenta una experiencia de "once in a lifetime" (que dirían en Malibu) que quiero aprovechar y disfrutar.

Éste es el último post que escribo desde tierras europeas. El próximo será ya contándoos que estoy sano y salvo en un hotel de Shanghái, y que estoy apunto de empezar mis peripecias por la Perla de Oriente.



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jueves, 4 de agosto de 2011

Primera semana: This is California

Pretendía escribir más a menudo, pero las circunstancias no han sido las más óptimas para ello. De hecho, tengo tantas cosas a explicar, que no se ni por donde empezar. 

Lo lógico será que empiece por el principio.

La noche del 20 de julio estaba durmiendo en un hotel de Madrid junto con la mayoría de estudiantes que volaban conmigo de Madrid a Los Ángeles. Nos levantamos pronto por la mañana y tuvimos el primer contacto, bastante escueto y tímido por cierto, a la hora de desayunar. En esos momentos nadie conoce a nadie y se hace difícil decir unas palabras, pero poco a poco va aumentando la confianza, y con ella la distensión, de manera que llegamos al aeropuerto de barajas a las 8 de la mañana del 21 de julio. 

El primer avión salía a las 11.05, con lo que tuvimos tiempo de sobra de facturar las maletas, rehacer algunos ESTA, comer algo y finalmente meternos en el avión de American Airlines que nos llevaría al aeropuerto internacional de Miami. Son casi 9 horas de avión, y lo cierto es que se hacen eternas, por muchas películas que te pongan, bebidas te ofrezcan o comidas te den. Durante esas horas aprovechamos para conocernos un poco mejor todo el grupo (unos 15 estudiantes españoles y un servidor), aunque siempre hay gente más abierta con la que tienes más conversación.


Finalmente llegamos a Miami, 14.15 hora local, y con ello ya viene la primera tanda de "desvariación" de horarios, pues son 6 horas menos que en España. Despues de pasar los exhaustivos, para mi gusto un tanto excesivos, controles de seguridad del aeropuerto y aprovechando que teníamos 3 horas entre conexiones, fuimos a comer alguna cosa a modo de cena/comida. Los niños empezaban a estar cansados, y yo otro tanto de lo mismo, así que embarcamos y tuvimos un plácido vuelo de Miami a Los Ángeles. Esta vez era la mitad, solo 4 horas de viaje, pero tres horas menos que en Miami con lo que la segunda "desvariación" estaba servida.

Llegamos molidos al aeropuerto de LAX, 20.15 hora local, y allí nos esperaba una Program Leader encantadora para acompañarnos al hotel donde nos alojábamos por una noche.

En la mañana siguiente empieza el curso en si. Ya despiertos todos y un poco groguis por el jet lag fuimos camino al Malibu High School, donde iban a tener la primera toma de contacto con sus profesores y otros estudiantes de Hong Kong, Italia y Austria. Se tarda aproximadamente una hora en llegar a Malibu desde LA, pero lo cierto es que el camino vale la pena, porque íbamos con el autobús por la Pacific Coast Highway, una autopista que recorre toda la costa y que tiene unas increíbles vistas al mar.


Fue un día muy intenso pues los chicos tuvieron que hacer el placement test, con el que se veía el nivel de cada uno y así separarlos en grupos. Seguidamente tuvieron clase y luego fuimos a la Zuma Beach a pasar el resto del día, incluso comimos allí. Pero como los días en Estados Unidos parece que tengan menos horas, a las 6 estábamos en casa. Nos esperaba un “gran” fin de semana con la host family…

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martes, 12 de julio de 2011

Nueva filial del blog: M de Malibú

Hace varios días que os tengo abandonados, y no es porque yo quiera sino más bien por falta de temas. Pero pensando un poco (y como ahora ya estoy de vacaciones, tengo tiempo para ello) he encontrado otra veta de la que sacar temas. Desde Los Ángeles intentaré ir haciendo lo que era el propósito original de éste blog, escribir asiduamente sobre las vivencias en Shanghái, pero durante tres semanas escribiré sobre las vivencias en California, de manera que el blog pasará a llamarse temporalmente M de Malibú.


¿El porqué? Pues como ya expliqué hace un par de entradas me voy a California, y más concretamente a Malibú, ciudad famosa por series como Los Vigilantes de la Playa o Two and a Half Men. Voy a hacer de monitor de niños de 14 a 18 años con Education First.


Voy a estar en una casa con una familia americana a cinco minutos de la playa, en la calle Wildlife. No he estado nunca en USA y sinceramente, tengo muchas ganas. Es un viaje que llevo queriendo hacer desde hace años, y EF me ha brindado la oportunidad. La verdad es que el calendario que nos han montado los jefes de allí es genial: vamos a ver un partido de beisbol de los Dodgers, haremos surf en la Zuma Beach, Universal Studios, Disneyland Resort, visita a San Francisco y muchas otras actividades, así que estaremos entretenidos, tanto los niños como los monitores.

Voy a hacer unos 30.000 kilómetros en un mes y medio aproximadamente, pero no me puedo quejar.

Supongo que éste ya será un mundo más conocido para todos más que Asia. De todas formas, os explico qué hay que hacer para irse como turista a EEUU. No tiene mucho misterio, y de hecho, los únicos requisitos son: tener el pasaporte en regla y que no se te deniegue el ESTA.

El ESTA es el Electronic System for Travel Autoritzation, y simplemente es una especie de autorización que se nos da a los residentes de los países exentos de visa para entrar a USA. Se trata simplemente de ir a la página oficial y rellenar los datos a medida que nos los piden. Son datos personales y algunas preguntas, a mi modo de ver estúpidas, del estilo: ¿Tienes intenciones terroristas? . Obviamente hay que contestar que no (a no ser que alguno de los que me lea las tenga, cosa que dudo). Finalmente pagamos la tasa administrativa, que son 14 dólares y esperamos a que nos confirmen que podemos entrar a los Estados Unidos. Así de simple y sencillo.

Ahora ya hasta el jueves de la semana que viene no escribiré nada, que es cuando llego a Malibu si todo va bien.

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miércoles, 29 de junio de 2011

So far so good: ya tengo el visado

De nuevo, y todavía sin haber acabado los exámenes, he encontrado tiempo de escribir una entrada. Es cierto que me gustaría escribir más a menudo, pero la verdad es que los temas no abundan (segunda indirecta que voy dejando…), es decir, que hasta que no llegue a Shanghái no voy a empezar a publicar entradas a diario (o casi). Si alguno quiere aportar temas, será bienvenido…

Hoy me gustaría explicaros la maravillosa experiencia que ha sido el ir al Consulado Chino de Barcelona a hacer el visado.

8.10 horas. Llegamos (mi novia Cristina y yo) al Consulado de la Avenida Tibidabo y en un cartelito nos indica que las oficinas consulares se encuentran en la calle paralela a ésta, es decir, la calle Lleó. No problema, aunque de camino a las oficinas hemos hecho una pseudo-carrera contra una familia china que también iba a hacer algún trámite al Consulado. Han ganado ellos.

Así que, resignados por la derrota contra la familia china, nos hemos puesto detrás de ellos en la cola. Había aproximadamente 20 personas por delante, entre chinos y españoles. Las oficinas no abren hasta la 9.30, por lo que habiendo sido previsores nos hemos traído algún libro para leer, desayuno y paciencia, mucha paciencia.

Enseguida se ha hecho la hora, y puntual como un reloj, ha salido el guardia de seguridad y ha empezado a dejar pasar gente. Yo he sido de los últimos de la primera ronda, junto con una chica italiana. Antes de entrar al hall de las oficinas hay tres o cuatro cestas con los distintos formularios para los distintos trámites. He cogido el que me correspondía y he entrado dentro.

Una vez dentro las oficinas se dividen en cuatro ventanillas: recogida de visados, visados, pasaporte y legalización. Cada ventanilla con su correspondiente cola, aunque la de visados era ligeramente más corta. En el centro de las oficinas hay unas mesas pequeñas para rellenar los formularios, y así lo he hecho. He tardado como diez minutos en hacerlo, pues el dichoso formulario tenía 4 páginas a rellenar. Esto ha sido un error evitable, así que recomiendo que si alguien quiere ir rápido, se lo imprima en casa y lo rellene, porque en el tiempo que he tardado en completarlo me han pasado siete u ocho personas por delante.



Mientras esperaba mi turno, uno de los guardias iba pasando uno por uno para revisar si los documentos estaban correctos o faltaba alguna cosa. Como no podía ser de otra manera, a mi me faltaba hacer una fotocopia del documento JW202. Genial. Hay que decir que ellos tienen una fotocopiadora allí mismo, pero he tenido la mala suerte de que delante mío estuviera el chino más negado tecnológicamente del mundo, y he tardado otros diez minutos en hacer una fotocopia. Otras cinco personas por delante.

Con paciencia y después de una hora de reloj, ha llegado mi turno. La chica china ha mirado los papeles, ha cuchicheado cosas en chino con la compañera de taquilla, ha hecho venir a alguien de arriba para preguntarle algo relacionado con mi visado y finalmente sonriendo me ha dicho: por favor, haga una fotocopia del pasaporte antiguo. No me lo podía creer, más fotocopias.

Después de conseguir hacer la fotocopia, detrás del segundo chino más negado me he avanzado a toda la cola y le he entregado todos los papeles a la chica de la oficina. Me ha dado el boleto rosa necesario para pasar a recogerlo la semana que viene, previo ingreso de 30 euros en una cuenta del banco BBVA, pues es la única manera de pagarlo.

En definitiva, después de una hora y media, una carrera contra una familia china y varias amistades espontáneas de oficina, he conseguido solicitar mi visado.


Los documentos que he entregado para el visado tipo X (estudiante) de una sola entrada son:

    - Formulario de solicitud de visa con una foto tamaño carnet (se puede descargar aquí)

          - Documento JW202 y fotocopia. Este documento lo hace la universidad y lo rellenan ellos mismos.
     
          - Carta de aceptación de la universidad de destino.
      
          - Pasaporte y fotocopia (como yo cambié de pasaporte en mitad de los trámites, también he entregado  el antiguo con su fotocopia)


Os dejo un blog donde dan información un poco más detallada.


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