martes, 30 de agosto de 2011

4 días en Shanghái: casi sano y salvo

Como ya visteis, el primer día fue frenético y dejó el listón alto, por lo que éstos últimos 3 días no he podido seguir el mismo ritmo ni por asomo. De hecho no tengo gran cosa que contar porqué el domingo y el lunes no me moví del hotel más que para ir al Carrefour a comprar agua Evian (y no, no es que sea la pijada de comprar agua Evian sino que no me fiaba mucho de las otras marcas además de la Nestlé).

Os cuento: el domingo, después del ajetreado día anterior, decidí tomármelo con más calma y dormir todo lo que no había dormido hasta entonces, así que me quedé durmiendo hasta las 4 de la tarde. Como era una hora que ni para comer ni para cenar, bajé al Carrefour a comprar merienda. Mala idea. Compré unas uvas y un par de paquetes de Oreo, y claro, supongo que al cuerpo esa mezcla no le sentó muy bien. De manera que al cabo de 3 o 4 horas me empecé a encontrar un poco mal de la barriga. ¿Genial, no?

Jufeng Lu Station

Pero eso no era todo. Para más colmo, la combinación de haber dormido tropecientas horas junto con el jet lag me impidieron coger el sueño hasta las 6 de la mañana. Fue horrorosa la noche. De hecho a las 4 de la mañana bajé a recepción a que me dieran una botella de agua, pero no es muy buena (de aquí viene lo que os he dicho de las botellas de Evian...). Y claro, una vez cogido el sueño no paré hasta las 3 de la tarde del lunes otra vez. Seguía sin encontrarme del todo bien así que decidí descansar y no moverme del hotel más que para comprar un poco de fruta para no morirme de hambre.

Poco a poco me he ido mejorando (con la ayuda de medicinas, claro) y hoy ya me he levantado a la hora normal, he desayunado en el hotel y me he dispuesto a ir a mi universidad, a ver qué se contaban. Ha sido otra aventura. He tenido que coger 3 lineas de metro, pero como soy tan guay me he dicho - bah! ¿Porqué no dejas el mapa en el hotel? tampoco lo vas a necesitar... - ¡Jod*r si lo necesitaba! He llegado a la presunta estación más cercana a mi uni, y tenía dos direcciones a las que podía ir. He escogido la derecha. Bad choice. Una hora más tarde me he autoconvencido de que probablemente era la otra dirección, y así era. Una vez he vuelto a la estación del principio, he tomado el camino hacia la izquierda y en 5 minutos estaba en la resi de mi universidad. El rato de caminar que me hubiera ahorrado si hubiera cogido el mapa...

La entrada de mi uni

Una vez allí tampoco tenía mucho que hacer porqué la uni en si estaba cerrada y sólo me quedaba preguntar si mañana ya me podría trasladar allí. Me han confirmado que sí, que mañana podría quedarme ya. He dado una vuelta por los alrededores, he visto el campo de futbol que hay, el gimnasio, la piscina (todo visto desde fuera) y vuelta a la estación de metro dirección al hotel, que por la tarde había quedado con una chica china/española para que me enseñara un poco la Concesión Francesa.

Me encontraba mejor, pero tampoco estaba para tirar cohetes, y a medida que volvía hacia el hotel me encontraba un poco peor, así que he decidido posponer la visita a otro día. He llegado al hotel sobre las 4 de la tarde y he visto que en mi móvil chino había un mensaje de un amigo mio de UK diciéndome que había llegado bien a Xi'an (ciudad cerca de Shanghái, o no tan cerca) y que en cuanto se estableciera me llamaría para venir aquí. He descansado un poco y he ido a comprar cena. Me podría haber quedado en el hotel, pero la verdad, no me apetecía para nada comida china. He ido al McDonalds que está a dos paradas de mi hotel, en un centro comercial que tenía tooodas las marcas occidentales (McDonalds, KFC, Haagen Dazs, C&A, EF, etc.). Supongo que el McDonalds no era lo que mejor le iba a mi barriga, pero es lo único que me entraba. A todo esto me gustaría que supierais el precio del Menú Big Mac (para los asiduos a los fastfood), 24 RMB, oséase 2,5 euros por el Big Mac, las patatas y la Coke. Y no, no estaba para nada malo. Además, puedes llamar y te traen el McDonalds a casa.

El McDonalds de Jinqiao

En definitiva, que mañana en teoría empieza mi vida universitaria. Y tengo ganas de que empiece porqué en realidad, 4 días solo por aquí estan bien, pero mejor con compañía. A ver qué tal se presenta!


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sábado, 27 de agosto de 2011

La aventura ha empezado: día 1

No puedo creérmelo, por fin estoy en Shanghái, escribiendo la primera entrada de la aventura en la habitación de un hotel en Pudong con una Coca Cola y unas Chips Ahoy! compradas en el Carrefour (sí sí, Carrefour) de al lado del hotel. Son las 8 de la noche por aquí y ya está bastante oscuro.

Han sido dos días muy largos (contando que he estado 13 horas y media metido en un avión...). El jueves a las 4 de la mañana estaba ya de camino al aeropuerto de Barcelona, despidiéndome tanto de mi novia como de mis padres y a las 6.30 cogí el vuelo dirección Bruselas. Llegué a Zaventem Brussels hacia las 8.45. Me esperaban 5 horas en al aeropuerto sin nada más que hacer que dormir, comprar desayuno o mirar como despegaban los aviones, pero con ayuda del Ipod se pasó un poquito más rápido. Así que a las 13.00 estaba embarcando en el avión de Hainan Airlines, del que no tengo queja alguna pues era suficientemente espacioso, junto con que no tenía nadie al lado y que me tomé una pastilla que acababa en ...zepan hizo que no fuera un vuelo eterno de once horas y media.

Shanghái desde el avión

Ding dong. "We will land in about 15 minutes in the Pudong Airport of Shanghai". Genial, solo me he despertado dos veces en el avión, una para cenar y otra para ir al baño. 7 de la mañana en el aeropuerto de Pudong, en la frontera, y encima me habia dejado el papelito que había que entregar en aduanas en el avión, así que vuélvelo a hacer otra vez. Pero en 10 minutos ya era libre y de camino a los taxis. Taxis viejos, modelo Volkswagen Santana y con taxistas que hablaban nada de inglés. Por suerte llevaba la dirección del hotel y el teléfono escritos en chino, y aún así se ha perdido y ha tenido que llamar al hotel, así que imaginaros...

He pagado unos 150 RMB (16 euros aprox.) por un viaje de casi 30 kilómetros, en España sería impensable ese precio por tal viaje. En fin, que por fin he llegado al Holiday Inn Express Jinqiao, en el que si que hablaban un poco de inglés, he podido hacer el check-in antes de la hora y he estado en la habitación pegándome una ducha y descansando. Hay que decir que el calor es bochornoso y nada más salir de la ducha vuelves a estar empapado, a no ser que te quedes en un sitio con aire acondicionado.

Sobre las 11 de la mañana y un poco más descansado, me he armado de valor y he ido a dar una vuelta por los alrededores, para ver que había por allí. Lo más cercano es un Carrefour, en el que he comprado cuatro guarradas y una pasta de dientes (me la olvidé en casa), y un KFC . He decidido andar algo más que 30 metros y me he metido por las calles cercanas. Como estoy en la zona nueva (Pudong) y no muy cerca del centro, no había grandes tiendas, era todo tiendecitas, real-estates, paradas de comida y bancos.

Vistas desde el hotel

Precisamente con los bancos he tenido mi primer contacto con los chinos, pues me tenía que abrir una cuenta para poder moverme por aquí. He entrado al Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) preguntando si alguien hablaba inglés, ha venido un chico que lo chapurreaba y le he dicho que quería abrir una cuenta. Me ha pedido el pasaporte y me ha hecho poner el nombre, dirección y teléfono, pero claro, al no hablar inglés no me ha explicado demasiado de qué iba el tema, así que a la que se han girado me he ido corriendo. No me fiaba.

He vuelto al hotel y he llamado a un amigo de mi madre que trabaja por aquí, hemos quedado para comer en un restaurante italiano (hay que ir a lo seguro el primer día) de buena calidad y precio. Eso sí, estaba en la otra punta de la ciudad, cruzando el río, y he tardado como 45 minutos en taxi (a unos 106 RMB). Me ha estado comentando cosas de Shanghái, explicando su trabajo, consejos, preguntas que yo tenía, en definitiva, una comida agradable y productiva.

Me ha dejado por allí, porqué bien bien no tenía ni idea de dónde estaba. Gracias a eso he tenido que buscar una estación de metro (no es muy difícil encontrarlas...) y he pensado que sería buena idea dar una vuelta por el centro. Así que he ido a la parada de People's Square, algo así como la Plaza Catalunya de Barcelona, solo que más grande. Junto a ésta plaza hay una calle larguísima y llena de tiendas de todo tipo y centros comerciales al más puro estilo del Corte Inglés. Cabe decir que hasta el momento había visto unos 7 u 8 occidentales, no más. Supongo que por esa razón cada dos minutos me paraba una mujer de moral distraida para ofrecer masajes y otro tipo de servicios, así como hombres ofreciéndo sexo, masajes, tiendas...lo que necesitara, vaya. En el fondo me lo he pasado hasta bien rechazando a tanta gente, es como que eres diferente.

People's Square

Como estaba en el centro he tenido la magnífica idea de pensar que por allí sabrian más inglés.  Estaba equivocado. He entrado en un Bank of China y chapurreaban el mismo inglés que el banco anterior, solo que un poquiiito mejor. Así que finalmente me he abierto la cuenta con su correspondiente tarjeta de débito en 15 minutos y pagando 20 RMB por la gestión.

Pero todavia me quedaba otra tarea antes de acabar el día: conseguir una tarjeta SIM china, a poder ser con internet o Blackberry service. Después de patearme medio Nan Jing Lu (la calle esa llena de tiendas) al final de todo he encontrado una tienda con China Mobile, que era la compañía que me interesaba. Rapidamente ha venido un chino a atenderme chapurreando el inglés otra vez, pero vaya, lo suficiente para hacernos entender. Me ha pedido el pasaporte y le he preguntado por el precio y los servicios. Me ha dicho que 200 RMB (20 euros) por 500 minutos en llamadas más 0'1 RMB por mensaje y 0 RMB por recibir llamadas internacionales. A lo que le he contestado que me parecía caro y que si no tenían  una tarifa más baja, que no necesitaba 500 minutos. Ha tardado 2 segundos en bajar el precio a 150 RMB. Yo buscaba servicio Blackberry pero se ha inventado algo de que los 3 primeros meses no se puede tener o algo así. Como soy medio bobo he aceptado el precio y encima sin internet. La próxima vez no me pasa, me largaré diciendo que me parece muy caro; seguro que viene bajando el precio, ya he visto que funcionan así por aquí... pero vaya, ya tenía mi tarjetita SIM china, casualmente de la compañia competidora (China Unicom) y comprada en la tienda de China Mobile...

Una vez con mi comida en un restaurante italiano, el paseo por el centro, mi cuenta y mi tarjeta, me he dispuesto a volver al hotel, ésta vez en metro, que si uno se acostumbra a los taxis al final se arruina. Además, el precio de un viaje en metro es ínfimo: está entre 1 y 6 RMB (0,1 y 0,6 euros), así que sale a cuenta. He tomado la línea 2 hasta Century Avenue y allí transbordo a la línea 6 hasta Jufeng Road, que está a cinco minutos del hotel.

Para que veais que lo del Carrefour no es broma...


En definitiva, que aquí estoy, sano y salvo, escribiendo desde la habitación del hotel con un poco de vistas a la Perla de Oriente y al Grand Hyatt después de un día entretenido, productivo y sorprendente.

P.D.: los chinos conducen muuuuuuy mal, pitan cada dos por tres y los pasos cebra se los pasan por el arco del triunfo...

Seguiremos informando!!














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lunes, 22 de agosto de 2011

Cada vez está más cerca: cuatro días...

La verdad es que dije que escribiría cosas sobre Malibú pero no tuve ocasión porqué la casa donde vivía no tenía internet y estos últimos días he andado liado, así que éste es el último post antes de mi partida a tierras asiáticas, donde realmente empezará la parte "interesante" del blog.

Después de las tres semanas en Estados Unidos, y unos días de descanso en Barcelona y la Costa Brava, estoy preparando ya las últimas gestiones. Ayer reservé el hotel para los cuatro primeros días, un Holiday Inn en el centro de Shanghái que parecía bastante decente. Con esta reserva y unos papeles que fui a buscar a la universidad sobre un "certificado de estancia", diría que lo tengo todo, solo me queda hacer la maleta y subirme al avión.

A decir verdad, no estoy muy muy nervioso por ahora, pero supongo que a medida que pasen los días irá en aumento. De hecho, son más ganas que inquietud. El viaje, como ya he comentado más de una vez, tiene una parte triste y otra no tan triste. Muchos vínculos me unen a Barcelona y Sant Cugat: mi família, mi novia, mis amigos, mis compañeros, etc. y sé que no será fácil, pero por otro lado se me presenta una experiencia de "once in a lifetime" (que dirían en Malibu) que quiero aprovechar y disfrutar.

Éste es el último post que escribo desde tierras europeas. El próximo será ya contándoos que estoy sano y salvo en un hotel de Shanghái, y que estoy apunto de empezar mis peripecias por la Perla de Oriente.



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jueves, 4 de agosto de 2011

Primera semana: This is California

Pretendía escribir más a menudo, pero las circunstancias no han sido las más óptimas para ello. De hecho, tengo tantas cosas a explicar, que no se ni por donde empezar. 

Lo lógico será que empiece por el principio.

La noche del 20 de julio estaba durmiendo en un hotel de Madrid junto con la mayoría de estudiantes que volaban conmigo de Madrid a Los Ángeles. Nos levantamos pronto por la mañana y tuvimos el primer contacto, bastante escueto y tímido por cierto, a la hora de desayunar. En esos momentos nadie conoce a nadie y se hace difícil decir unas palabras, pero poco a poco va aumentando la confianza, y con ella la distensión, de manera que llegamos al aeropuerto de barajas a las 8 de la mañana del 21 de julio. 

El primer avión salía a las 11.05, con lo que tuvimos tiempo de sobra de facturar las maletas, rehacer algunos ESTA, comer algo y finalmente meternos en el avión de American Airlines que nos llevaría al aeropuerto internacional de Miami. Son casi 9 horas de avión, y lo cierto es que se hacen eternas, por muchas películas que te pongan, bebidas te ofrezcan o comidas te den. Durante esas horas aprovechamos para conocernos un poco mejor todo el grupo (unos 15 estudiantes españoles y un servidor), aunque siempre hay gente más abierta con la que tienes más conversación.


Finalmente llegamos a Miami, 14.15 hora local, y con ello ya viene la primera tanda de "desvariación" de horarios, pues son 6 horas menos que en España. Despues de pasar los exhaustivos, para mi gusto un tanto excesivos, controles de seguridad del aeropuerto y aprovechando que teníamos 3 horas entre conexiones, fuimos a comer alguna cosa a modo de cena/comida. Los niños empezaban a estar cansados, y yo otro tanto de lo mismo, así que embarcamos y tuvimos un plácido vuelo de Miami a Los Ángeles. Esta vez era la mitad, solo 4 horas de viaje, pero tres horas menos que en Miami con lo que la segunda "desvariación" estaba servida.

Llegamos molidos al aeropuerto de LAX, 20.15 hora local, y allí nos esperaba una Program Leader encantadora para acompañarnos al hotel donde nos alojábamos por una noche.

En la mañana siguiente empieza el curso en si. Ya despiertos todos y un poco groguis por el jet lag fuimos camino al Malibu High School, donde iban a tener la primera toma de contacto con sus profesores y otros estudiantes de Hong Kong, Italia y Austria. Se tarda aproximadamente una hora en llegar a Malibu desde LA, pero lo cierto es que el camino vale la pena, porque íbamos con el autobús por la Pacific Coast Highway, una autopista que recorre toda la costa y que tiene unas increíbles vistas al mar.


Fue un día muy intenso pues los chicos tuvieron que hacer el placement test, con el que se veía el nivel de cada uno y así separarlos en grupos. Seguidamente tuvieron clase y luego fuimos a la Zuma Beach a pasar el resto del día, incluso comimos allí. Pero como los días en Estados Unidos parece que tengan menos horas, a las 6 estábamos en casa. Nos esperaba un “gran” fin de semana con la host family…

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