viernes, 2 de septiembre de 2011

Aquí seguimos: casi una semana...

Aquí sigo, hoy me toca escribir desde un Starbucks porqué en la residencia el WiFi todavía no funciona...de hecho he estado esperando como media hora a que un chico (no chino) se fuera porqué se había apropiado el enchufe y yo tenía muy poca batería.

En fin, que puedo seguir contandoos mis peripecias por Shanghái. Entonces, la última noche del hotel fue normal, sin sorpresas ni nada que valga la pena remarcar, además del poco sueño que seguía teniendo por el maldito jet lag. Antes de meterme en la cama me planeé el día siguiente: me levantaría a las 9, me ducharía tranquilamente, bajaría a desayunar, volvería a la habitación a hacer la maleta otra vez y luego me iría en metro hasta la universidad (unos 40 minutos aprox.).  

Ja! Hasta lo de hacer la maleta todo bien, pero cuando llegó el momento de ponerse a caminar 500 metros en dirección a la estación vi que lo del metro no era muy factible... con 30 kilos repartidos en 3 maletas y con una chaqueta de por medio no era muy buena idea. Así que escogí la opción fácil: el taxi. Por una parte me encantan los taxis de Shanghái, coches antiguos y superbarato, y por otra los odio, los conductores están como una p**a regadera, conducen FATAL y pitan todo el día. Obviamente no tienes preferencia ni aunque estés cruzando un paso de cebra. El taxi tardó apenas 10 minutos en llegar a la uni por lo que me salió barato el viaje, unos 40 RMB (unos 4 euros y poco).

La habitación de la resi


¿La impresión de la residencia así a primera vista? pues no la mejor del mundo, porqué el edificio es bastante feo. Está pintado de un tono rosa apagado y un poco sucio por fuera. Pero entras dentro y cambia bastante. Además empezaba a haber un poco de movimiento internacional, cosa que me animó bastante. Había un par de chicas rusas hablando con el recepcionista y un inglés en una mesita improvisada donde hacíamos los tramites del registro con dos chinos que hablaban un inglés decente. No fue mucho problema hacer el registro, lo único es que yo estaba esperando una transferencia desde España para pagar la residencia y el curso, y todavía no me había llegado, pero no hubo problema, les di una paga y señal y más adelante pagaría el resto. Lo último que me dijo el chino fue:  

- your roomate is from..........................................Uzbekistán! -

¡Vale vale!¡Genial!¿Alguno sabe dónde está exactamente Uzbekistán? Mentira si habéis contestado que sí. Así que tocaba subir a la habitación a ver quién era el compañero. Abrí la puerta cerrando los ojos...pero no estaba. - Mejor, más tranquilo - . La habitación era genial, la verdad, además, como lo acaban de renovar entero los muebles son nuevos, la tele de plasma, las camas, los armarios, etc. así que no me puedo quejar de habitación.

De repente entró un rubio con ojos azules de metro noventa con cara de soviético, efectivamente, era Sasha, mi roomate. Pero de Uzbekistán no tenía nada por lo que fui comprobando luego, me hablaba de Ucrania solo, así que deduje que era de allí. Hay que decir que es buen hombre, tranquilo y un poco raro, pero majo al fin y al cabo, además habla chino muuuuy bien y esto equivale a una gran ayuda. Me quedé el resto del día por el barrio sin hacer mucho de provecho: vi qué había por ahí, y lo bueno es que como está cerca de un estadio de fútbol, tiene muchos restaurantes, bolera, billares y mi querido Starbucks, que creo que me va a ser bastante útil porqué en la residencia me hacen pagar 50 euros por tener WiFi, y me da mucho palo pagarlos, prefiero venir aquí y tomarme un café ya de paso.

Sasha se levantó a las 6 y pico de la mañana del día siguiente no se bien bien a qué hacer, pero yo seguí durmiendo hasta las 8.30 porque lo único que tenía que hacer ese día era ir al banco a ver si me había llegado la transferencia, y en caso afirmativo registrarme en la uni. Me levanté y al irme a duchar vi que no había agua caliente. Le pregunté a Sasha y me dijo que en lado sur del río Yangtsé (que atraviesa Shanghái) no tienen agua caliente a no ser que compren unos aparatitos a tal efecto. ¡Si hombreeee!¿Y en invierno cuando estemos a menos 5 grados me voy a duchar con agua fría? Pero no sufrais, que en realidad era sólo que como todavía estan acabando todas las reformas aun no funcionaba...¡Ufff!

La perla de Oriente


Me fui camino del Bank of China y no, la transferencia no había llegado todavía. Tenía un día entero por delante sin nada planeado. Decidí ir a ver el impresionante Pudong y el Bund, los dos lados más bonitos del río. Y la verdad es que vale la pena porqué todo el skyline del Pudong con todos los rascacielos construidos hace menos de 20 años coronados por la Perla de Oriente (la torre de TV) es bestial. Mientras hacía una foto del paisaje, un china y una china me preguntaron si les podía hacer una foto, y de allí me empezaron a preguntar que de dónde era, que qué hacía aquí, que ellos eran de Shanghái, que si bla bla, hasta que se cansaron y se fueron. Simpáticos ellos. Me estuve todo el día dando vueltas por Shanghái y por esas dos zonas, el Pudong es alucinante, todo está hecho a lo grande y a lo occidental, tienen un centro comercial que es dos veces un Corte Inglés de Barcelona o Madrid. Ya hacia las 9 volví y ni cené, que había comido mucho en un sitio por ahí en el Bund.


El Xianda College


Hoy a primera hora (con Sasha levantándose otra vez a las 6) he vuelto a ir al banco, y esta vez si, ya me había llegado. Tenía que sacar 18.000 RMB (2000 euros) para pagar la residencia y el curso de chino así que iba con un buen fajo de billetes bajo el brazo en dirección a la uni. He llegado al edificio en el que hacemos el registro los extranjeros y eso parecía la torre de Babel, había gente de muchos sitios, pero sobretodo de Japón, México y paises ex-soviéticos. Había que hacer como 4 cosas distintas, rellenar un application form, comprar un seguro, pagar el dinero y dar todos los papeles para que te hagan el carnet de estudiante (que se parece más a un pasaporte que a un carnet). Cómo no, lo he hecho todo al revés y he dado más vueltas que un tonto, pero supongo que es la gracia. Cuando me estaba yendo he escuchado un ¡...de Barcelona! de fondo, me he parado en seco y he ido a ver de dónde venía eso. 10 metros detrás mío había tres chicos, he ido de cabeza allí y me he presentado. Manuel de Colombia, Oscar de Barcelona y Carlos de México. Ya tenía alguien con quién compartir dudas y cosas.

Una vez ya tenía el carnet de estudiante me he ido a mi residencia a ducharme y en éstas me he encontrado a Óscar, y me ha propuesto ir a tomar algo. Obviamente hemos ido, hemos llamado a Manuel también para que nos acompañara y ha sido buena idea porqué es un tío divertidísimo. Además ambos estaban buscando piso así que ahora ya lo buscan conjuntamente, de hecho les he acompañado a mirar un piso cerca de la universidad. Vaya basura de piso, les pedían 5300 RMB al mes por 3 habitaciones y dos baños, pero el piso estaba en bastante malas condiciones. Luego hemos comido por fin en un restaurante chino, 3 platos y una agua por 30 RMB (3 míseros euros), además estaba bueno. Y ya después de comer hemos decidido ir al mercado de falsificaciones más grande que hay en Shanghai, en la parada de metro de Shanghai Science and Technology Museum.

¡Qué divertido ha sido! Óscar necesitaba unos polos así que hemos ido entrando a las tiendas preguntando por polos, y en una que nos ha gustado hemos preguntado el precio. Era una falsificación bien hecha de un polo de La Martina, nos ha pedido de inicio 600 RMB. Te ponen el precio en una calculadora y se trata de regatear a muerte, así que nos hemos reido y le hemos dicho que si, que por ese precio comprabámos el original casi. Entonces te da la calculadora y te dice: your price, how much? Manuel le ha puesto 30 RMB, la chica le ha dicho que si estaba loco, y entonces aquí empieza un proceso de regateo (incluso tirándote de la ropa) en el que te diviertes mucho, te vas de la tienda haciendo ver que es muy caro, hasta que el precio se ha quedado en 55 RMB, no está mal 5 euros y medio por un polo. Se ha comprado tres o cuatro. Hemos estado como cuatro horas allí en las que hemos conocido a Paco, un español de Málaga que lleva 12 años aquí y sabe de qué va el tema y que nos ha explicado muuuchas cosas y consejos. Además estaba su hija con una amiga que también vienen a estudiar a la SISU, así que nos las ha presentado.

Yo me he enamorado de unos Sebago pero no los hemos podido bajar de 150 RMB, y me daba palo pagar ese precio. Eran bastante decentes pero otro dia será. Más tarde, justo antes de irnos y después de estar más rato hablando con Paco, hemos mirado una tienda de gafas.

El mercadillo mencionado


Manuel se ha probado unas RayBan y el vendedor le ha dicho que 100 RMB, a lo que ha empezado el proceso de negociación otra vez hasta llegar a los 20 RMB, pero al vendedor se le ha girado la pinza y ha salido cagándose en la madre de Manuel porqué no se las había comprado. De repente le ha pegado una patada diciéndole: Fuck you, stupid y se ha empezado a encarar con Manuel, pero no es buen sitio para meterse con un chino porqué hay mucha mafia por allí y te salen 15 de algun sitio y la has liado. El 6 día no mola ir a la comisaría así que nos hemos ido mirándole con mala cara al imbécil y maleducado del vendedor. Era para pegarle, pero no vale la pena. Así que hemos vuelto cada uno a su casa y ellos dos salían de fiesta, yo hoy estoy cansado, mañana seguramente sí que saldré.

Como podeis ver de momento todo va empezando a ir genial ahora que ya conozco un poco más de gente. Y supongo que cuando empiece clases será aún mejor (empiezo el día 7).

Seguiremos informando...

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