viernes, 9 de septiembre de 2011

La vida shanghainesa: no se vive nada mal...

Pues si, sigo vivito y coleando, cada día haciéndome más al estilo de vida shanghainés y conociendo a muuucha gente. Pero tenía el blog un poco abandonado, de hecho lo que os cuento hoy lleva dos o tres días de retraso, mañana prometo poner la otra parte, que estos últimos días han sido geniales y he hecho un montón de cosas con el grupo nuevo de amigos.


El sábado fue un día muy normal. Me levanté sobre las 10 de la mañana, mientras que a mi roomate ya le había dado tiempo de ir al parque a ver a los viejos hacer tai-chi (dicen que es un espectáculo digno de ver, así que un día de estos me levantaré temprano y lo iré a ver), hacer la compra en el Carrefour, desayunar y ducharse. Es un tío que aprovecha el tiempo, además come sano y estudia mucho, lo que se vendría a llamar una buena influencia. Hicimos arroz para desayunar/comer en la misma habitación con un aparatito muy majo que tiene Sasha para cocinar cosas y una vez desayunado y duchado me puse en marcha, que aunque no tenía nada en especial a hacer quería ver alguna parte que no hubiera visto de Shanghái (como si fueran pocas las que me quedan por ver…).

Foto de Pudong

El lugar escogido fue la Concesión Francesa. Las guías y la gente dicen que es un sitio muy bonito y muy tranquilo, contrasta con el resto de Shanghái, que está lleno de rascacielos, supongo que por aquello de aprovechar el espacio y meter 20 millones de personas en el menor espacio… Así pues, cogí el metro (que es el más largo de Asia y el tercero del mundo) en dirección a Hengshan Lu (Lu = calle). Tardé unos 30 minutos más o menos entre transbordos y esperas. Nada más salir de la estación ya ves que es un barrio completamente distinto: hay muchas casas de dos pisos o menos, con estilo arquitectónico europeo, bares cools, etc. . y a medida que vas caminando te das cuenta de que es una buena zona, de hecho está lleno de occidentales. Como tampoco me lo conocía fui caminando por calles y me impresionó especialmente una que estaba sólo dedicada a la música. Estaba llena de tiendas de violines, guitarras, baterías, escuelas de música, etc. 
 
Seguí caminando por una calle que se llama Huaihai Lu en dirección a People’s Square (el centro neurálgico de Shanghái). En ésta calle están muchas de las boutiques de marcas internacionales: Rolex, Cartier, Boss, Tiffany&Co., Zara, H&M, Columbia, Puma y así un largo etcétera. Por cierto, ahora que estoy con las marcas, ayer vi un puestecito donde vendían falsificaciones de Zara, lo que me faltaba por ver.
Acabé, después de 45 minutos caminando, en People’s Square, y para variar cené en un Pizza Hut porqué era lo que más me apetecía, además estaba la calle llena y me daba palo meterme en un sitio chino. Para beber pedí una cosa un tanto rara, Cocacola con nata y una bola de helado de chocolate encima… juzgad vosotros mismos. Y después para volver paré en una tienda de deportes a comprarme un skate por unos 120 RMB (13 euros), que la verdad es que me está siendo bastante útil para moverme por la ciudad. Llegué a mi parada y me fui al Starbucks que está a unos 10 minutos de la resi, a ver mis mails, Skype, Facebook, SdeShanghai y esas cosas del interneng.

Hasta aquí era un sábado normal, mis amigos no me habían dicho nada y eran sobre las 10pm. Pero de repente recibí una llamada de la hermana de una amiga mía de Barcelona, que ya me había dicho que estaba por aquí, que si quería salir, que estaba cenando con un grupo de españoles y un alemán. Obviamente acepté la propuesta, no se podía rechazar. Me fui a la resi rápidamente, me vestí un poco decentemente y cogí el taxi en dirección a no sé dónde me dijo María. Llegué al restaurante y había como 5 españoles/as y un alemán. Todos se presentaron, muy majos y simpáticos. Acabaron de cenar y ninguno se decidía, así que unos se fueron a casa porqué estaban cansados y María, otra chica, el alemán und me nos fuimos de fiesta. Pero no fuimos a cualquier bareto, no, fuimos al m1nt, el club más fashion de todo Shanghái. Hay que reservar antes de ir para estar en la lista, sino no entras. Y de hecho es un sitio que vale la pena porqué está en el piso 24 de un rascacielos con unas vistas que alucinas. De hecho en el pasillo de entrada a la sala tiene un acuario con tiburones de 70 centímetros. Entramos con otras dos chicas españolas que había por allí. No es un club para chinos, que digamos, los podía contar con los dedos de una mano. Era todo gente europea y americana: mejicanos, rusos, varios catalanes, ingleses, alemanes, franceses, etc. todos engalanados como en cualquier western club medio decente. La noche genial aunque los precios de las copas son los mismos que en España, 80 RMB por cubata o chupito. Cuando me cansé, taxi de vuelta a la resi por unos 25 RMB. 

La discoteca M1NT


Uno de los tiburones de la discoteca

El día siguiente no me levanté pronto porqué había quedado a la 1pm con mi amigo colombiano para ir a jugar unos partidos de fútbol. Llegué a la parada donde había quedado con él y fuimos en dirección al campo, que llegábamos un poco tarde. Allí me presentó a su equipo, casi todo latinos excepto un español. Y estuvimos jugando bien bien 3 horas contra varios equipos chinos. Pagas unos 50 RMB por jugar 3 o 4 horas con todas las bebidas energéticas que quieras así como agua fría a mansalva. Iré todos los domingos.

A las 4 me tenía que ir porqué una hora más tarde había quedado con Lucía, una chica china que ha estudiado filología española y que conocí a través de la Casa de España en Shanghái. Como ella se conoce la ciudad más que yo, me enseño la Concesión Francesa, pero bien enseñada. Fuimos a la biblioteca Cervantes, vimos Casa Pepe, tiendas europeas y un montonazo de occidentales. Como ya se hizo la hora de cenar me llevó a un restaurante chino con cocina de Sichuán, es decir, la cocina china que más pica. Pedimos un pollo con chile (no tenía ese nombre obviamente) que picaba como el demonio, de hecho aún tengo la lengua escocida, un poco de arroz frito y un plato con berenjenas picantes raras. Estuvo muy bueno y no muy caro, unos 100 RMB. Como ya suelo hacer casi cada noche, al volver a la resi cogí el portátil y me fui a mi Starbucks a tomarme mi cafetito y mi internet.

Comida sichuanesa: picante de co**nes

El día de hoy tampoco ha sido muy provechoso, pero como hasta el lunes que viene no empiezo las clases, tampoco hay prisa. Lo que si que tengo que decir es que he conocido más españoles y una chica italiana, a los que ahora estoy esperando para cenar. Y de hecho he ido a cenar y a la bolera, ha estado genial, son gente muy maja.

La bolera y Rubén

Mañana prometo poner la segunda parte, que como ya he dicho, esto está un poco atrasado y en los útlimos días ha habido mucho movimiento...

0 comentarios:

Publicar un comentario